«Este hombre iba a clavar el cuchillo a alguien. Podía haber hecho cualquier cosa. Estaba amenazando a la gente que pasaba a su lado, a gente mayor que estaba saliendo de la misa. Nada más llegar le dijimos mil veces que tirara el cuchillo, y no lo tiró, fue a clavárselo a un compañero», cuenta al Diario HOY uno de los cuatro agentes de la Policía Nacional que la noche del domingo evitaron que ocurriera una desgracia en la plaza de Santiago.